Pensaba que iba a ser un día más de verano. Pensaba que iba a ser una tarde más de domingo. Pero no, esta tarde de domingo, calurosa, pegajosa, que pretendía utilizar para organizar la semana que viene, se ha tornado en una tarde de despertar al ver un vídeo en Facebook (Sí, esa red social en la que gastamos mucho tiempo, pero también en la que conseguimos información tan valiosa como la que he hallado hoy).
Siempre me he considerado una persona abierta, cercana a la actualidad, concienciada con los cambios y las noticias en torno a la sexualidad, por lo que decidí ser psicóloga y especializarme en sexología. Dentro de esta apertura al mundo, estaba mi postura ante la homosexualidad y mi defensa de la misma ante las personas que se creen con derecho a opinar sobre quién debe amar a quién y sobre la forma más adecuada para hacerlo. Creo en el amor y en el sexo y en la posibilidad de unirnos entre nosotros sin mirar si tenemos genitales de hembra o genitales de macho y, considero que la única condición que debería existir es el hecho de que ambas personas tengan capacidad legal para decidir acostarse y que el placer y las ganas acompañen a esa relación. Eso sí, siempre he defendido esa postura desde el lado de la heterosexualidad, sin sufrir ningún tipo de problema por amar y tener sexo con mis parejas, sin tener que esconder nada a mis amigos o familiares y, sobre todo, sin tener que fingir ser otra persona que no
soy. Hasta hoy.
Esta tarde he visto un video enmarcado en un página “El closet (armario) es para la ropa, no para las personas” que los administradores de la misma han titulado Heterofobia, aunque realmente es un corto llamado ¿Love is all you need? (¿Amor es todo lo que necesitas?) que está dando la vuelta al mundo en distintos festivales y ganando premios por su innovación y por su capacidad de trasmitir muchísimas sensaciones que no restan en nuestra mente por unos minutos, sino que te invitan a modificar tu visión de la sociedad y de lo que queremos del futuro. En el vídeo el mundo está al revés. Las parejas homosexuales son las “normales”, las que forman familias, las que pueden pasear por el mundo sin ser insultadas, sin tener que recibir las críticas de los demás y sin tener que sufrir que algunas personas quieran que su unión se llame de otra forma. Sin tener que vivir pintadas en su casa, ni oír palabras usadas de manera despectiva como “maricón”, ni ser cuestionadas por amar a otra persona y formar una familia en común. En cambio, los heterosexuales tienen un papel muy difícil en este corto, ya que tienen que esconderse, son la cara oculta de la sociedad, tienen que disimular sus sentimientos y no sólo ante la gente desconocida, sino ante sus amigos del colegio y sobre todo ante su tan “amada” familia. Los heterosexuales son agredidos, insultados, excluidos y privados de los derechos que los homosexuales disfrutan. No quiero contar mucho más, porque deseo que disfrutéis del vídeo y sobre todo que lo aprovechéis como yo lo he hecho. Ayudad a que las desigualdades que aparecen por el hecho de amar a una persona de tu mismo sexo desaparezcan poco a poco. Plantead vuestra postura de respeto y apoyo, ante las personas que estén en contra de la homosexualidad, aunque creáis que vuestro discurso vaya a caer en saco roto. No uséis palabras como “maricón”, “mariquita”, “homosexual” para insultar y recalcar que la persona a la que queréis ofender es sensible. Apoyad a la gente que tengáis alrededor y que sienta que lo que vive y sienta que no es lo adecuado. Hazlo por ti, para sentirte más humano. Hazlo por él o ella, porque es un caminante como tú en este paseo llamado vida. Y por último, hazlo por la sociedad, por tu sociedad, porque la aceptación, la libertad, la educación y el amor son los pilares básicos para que quienes vengan puedan sentirse orgullosos de nosotros y proseguir nuestra labor.
Os dejo el link del corto para que no os lo perdáis: http://www.loveisallyouneedthemovie.com/index.php
Blanca de Lamo Guerras
Psicóloga y Terapeuta de Pareja y Sexual
El placer es nuestro