Soy una persona que me considero joven en mis ideas y forma de vida y, a pesar de ello, hasta ahora sentía algunas reticencias a la hora de usar las nuevas tecnologías en ciertos ámbitos de la vida, como puede ser en el ámbito de la sexualidad y de la terapia sexual y de pareja, una de mis facetas profesionales, aunque esto ha ido cambiando también.
La mayoría de las personas que ahora usamos móvil todos los días de nuestra vida durante más de 12 horas, cuando empezamos a utilizarlo, lo veíamos como un complemento e incluso como una “pijería”, algo bonito pero no muy útil, para ir convirtiéndose poco a poco en algo (casi) necesario. Lo mismo con el whatsapp, facebook, twitter y un sinfín de redes sociales y aplicaciones que, bien utilizadas, son consideradas una herramienta muy útil en este siglo XXI. Las parejas cibernéticas eran una excepción hace una década y sin embargo ahora son muchas las parejas que se han conocido a través de estas redes sociales, muchas de ellas han sobrevivido a la convivencia física y otras, no (como también puede pasar con las parejas que se conocen cara a cara y después de verla un tiempo… mejor cada uno se va por su lado).
El caso es que las nuevas tecnologías están aquí para quedarse y en nuestra mano está que nos puedan ayudar en nuestro día a día y que las hagamos cómplices de nuestros éxitos, también en el ámbito de la terapia. Hace una década, la única forma que tenía para dar terapia a personas que estaban a kilómetros de distancia (Valencia, Barcelona, Extremadura… y también Guatemala, México, Chile…) era a través del correo y en el mejor de los casos por teléfono también, lo que impedía una parte de la comunicación esencial, la parte que se ve y no se oye, la comunicación corporal, lo que ponía una barrera de las dos partes. Esto me desanimaba a la hora de dar terapia a personas que estuvieran lejos, también a través del Messenger, pasando muchas veces que se tergiversaran las palabras de la otra persona y dara lugar a malentendidos. Ahora, con el uso de skype, muchos de estos inconvenientes han desaparecido, y las personas que quieren realizar terapia con alguien que está a muchos kilómetros de distancia lo puede hacer, y también las que están a unos pocos kilómetros, debido a la comodidad añadida de no tener que ir a otro lugar y de que, al menos en nuestro caso, los precios de la terapia sean más económicos, incluso un 40% más. Como cualquier modalidad, puede tener sus inconvenientes y en algunos casos ser mejor una terapia presencial, como puede ser con personas con limitaciones en sus habilidades tecnológicas, lo que no quita que en la mayoría sea un instrumento excelente para poder encontrar una ayuda en tu sexualidad, tanto individual como en pareja, así como en ajustes en pareja.
En otro caso en que la terapia online puede ser de gran utilidad es en el coaching, ya que como coach se puede acompañar sin problema al cliente en su proceso de descubrimiento y crecimiento, y hacerlo a través de las “líneas virtuales” de forma tan eficaz como en persona.
Si eres de esas personas que no te dan miedo las tecnologías y buscas algún cambio en tu vida, no dudes en ponerte en contacto con nosotras para ver cuál es la forma que más se ajusta a tus gustos: El Placer será Nuestro.
Victoria Romero Asarta
Pedagoga, Terapeuta Sexual y de Pareja y Coach