Podemos agradecer a los succionadores el que se hable de la sexualidad femenina y del clítoris, aunque más bien creo que los succionadores le deben al movimiento de liberación de la mujer su éxito. Eso sí, la empresa en cuestión supo cómo aprovechar el tirón.
El Placer es Nuestro lleva en la maleta los succionadores, y más en concreto éste de fama exponencial, desde hace muchos años (alrededor de 6). Entre los juguetes del placer, siempre hemos hablado de él y de sus beneficios, pero es ahora cuando ha dado el boom.
Las razones de esto, como he comentado, son varias, el marketing está por supuesto detrás de ello, como también lo está que ya la sexualidad femenina es una realidad y está dejando de ser un tabú. Al patriarcado siempre le ha interesado invisibilizar nuestra sexualidad, y no fue hasta Freud, alrededor del 1900, que se empezó a hablar de que las mujeres ¡teníamos sexualidad!, eso sí, las que osaban a tener los orgasmos a través del clítoris en lugar de mediante la penetración, éramos unas inmaduras y había que conseguir pasar del orgasmo “clitorial” al “vaginal” y, aunque a muchas personas nos parezca increíble, aún en este siglo (incluso en este año) hay personas que siguen hablando de dos tipos de orgasmo y, digo yo, si vamos a ponerle apellidos al orgasmo, por qué no también distinguir entre orgasmos «orejales» (si se producen a través de la estimulación de las orejas), orgasmos «fantasiales» (de las fantasías), anales, «podales» (a través de los pies)… y un sinfín, porque estimulaciones hay muchas, y tipos de orgasmo también, pero solo en cuanto a intensidad, momentos, lugares…
Hablando de estimulaciones, aquí podemos decir que las hay que son más efectivas que otras y, la penetración, para la mujer, no es (ni de cerca), la más efectiva. El por qué es bien sencillo, la punta del iceberg del clítoris, el cual tiene el doble de terminaciones nerviosas que el glande (para caerse de culo, 8 mil ni más ni menos), queda fuera, por lo que la única estimulación que recibe es indirecta, de esa manera, es lógico que se tarde más en llegar a un orgasmo de esta manera o que no se llegue a él. Para poner un ejemplo gráfico, es como si pretendemos que un hombre tenga un orgasmo con la sola estimulación de los testículos, puede ser, pero desde luego, rápido no será. y por qué este aparato triunfa… porque pone todo su empeño en esta parte del cuerpo de la mujer. Sin tocarlo, nos pone los ojos en blanco.
Un ejemplo de que las mujeres no éramos (se supone) sexuales es que, el (mal llamado actualmente) “consolador”, fue inventado por un médico británico en 1870 para curar la “histeria” en las mujeres, ya que estaba cansado de tener que masajear la zona para provocar el orgasmo y así aliviar (consolar) el sufrimiento de éstas. Lo fuerte de esto, es que no se veía como sexual ni placentero, sino como una enfermedad que se curaba al aliviar esta zona. Como veis, el uso de estos aparatejos del placer ya lleva siglos entre nosotras. Y cada vez de una manera más como lo que es, natural, y en parte esto se ha dado por las reuniones de mujeres en las que se juntan para hablar de placeres, de miedos y deseos, para conocer más de sexualidad y conocer los últimos artilugios destinados al placer: las reuniones tuppersex que, en El Placer es Nuestro llamamos: terapersex (terapia+tuppersex).
Y ya no me alargo más, solo os dejo un enlace de una entrevista que me hicieron para un programa de TV sobre los succionadores, es increíble lo que puede hacer el marketing y la liberación femenina para que un juguete erótico salga en prime time en televisión:
https://www.telecinco.es/vivalavida/succionador-clitoris-mito-marjeting-creador_18_2910870168.html
Y, como siempre, ya sabéis dónde estamos para hablar del placer, porque el placer, es nuestro.
Victoria Romero Asarta
Pedagoga, Psicóloga, Sexóloga y Coach