Hoy os presentamos un ejercicio de aprendizaje en pareja. Normalmente en las relaciones sexuales se incluye, además del coito, la masturbación en pareja, pero hoy queremos ofreceros una nueva opción divertida y positiva, ya que aprenderás algo muy importante… ¿Te mueres de curiosidad por saber qué es? Consiste en un ejercicio en el que ambos miembros de la pareja se masturbarán ante el otro, para enseñar lo que le gusta hacer cuando se masturba.
En primer lugar, como siempre os decimos, será positivo que los dos estén dispuestos para realizar el ejercicio, así , pues, si se han propuesto probarlo un miércoles y justo ese día ambos están muy cansados o enfadadísimos por algo que ha pasado en su trabajo será mejor que se deje la actividad para otro día. Si no es así, y el día es el adecuado, se podrá crear un ambiente cómodo, sentados en el sillón con una cerveza o una copa de vino, hablando de cosas agradables e intentando dejar los problemas o dificultades de lado.
A continuación, tras disfrutar de esa copa de vino y ese ratito de amena conversación pasaremos a la primera parte del ejercicio que es quedarse desnudos ante los ojos de nuestra pareja. Para algunas personas desnudarse automáticamente hace que las relaciones pierdan el encanto, así pues proponemos que ambos os deis una ducha juntos que os ayudará a relajaros y estimular el contacto de vuestra piel. Otra opción para desnudarse es hacerlo lentamente el uno al otro, besando cada zona que desnudéis y haciéndolo sin prisa. Si a alguna de las personas de la pareja le da vergüenza estar desnuda, lo que se puede intentar es tener una luz tenue que no incomode o buscar una prenda para cubrir su cuerpo que no le impida masturbarse.
Empezar a masturbarse, centrándose directamente en los genitales, puede resultar difícil e incluso hacer que el ejercicio deje de ser estimulante, por lo que os invito a que empecéis abrazándoos, dándoos besos o simplemente acariciando el cuerpo de vuestra pareja o vuestro cuerpo. En el momento que vuestros pensamientos se vayan de ese momentos y os centréis en otros pensamientos intentad volver a la situación. Cuando sintáis que ambas partes estáis cómodas, que uno de vosotros comience a masturbarse. Puede surgir de manera natural o también podéis pactar anteriormente quién va a ser el primero. La masturbación servirá para enseñar a la otra persona que es lo que os gusta, si para masturbaros os centráis en los genitales y en una velocidad constante o si preferís hacer caricias no tan centradas en los genitales y preferís una intensidad más leve. El tiempo es importante, porque muchas personas necesitan menos de dos minutos para alcanzar el orgasmo y otras necesitan mucho más tiempo, pero siempre habréis de respetaros mutuamente e intentar adaptaros mutuamente. Mientras uno se masturba el otro puede simplemente mirar o acariciar a la pareja suavemente, pero siempre preguntando al compañero y dejando que sea la persona que se esté masturbando en ese momento quien lleve el ritmo.
Por último será importantísimo dejar un ratito tras este ejercicio para intercambiar impresiones al respecto, mientras os acariciáis y os cuidáis el uno al otro. Las preguntas irán en la dirección de resolver algunas dudas que se os hayan quedado de cómo se masturba tu pareja, como, por ejemplo: ¿Te has tocado el clítoris suavemente o lo has hecho con fuerza? ¿Para qué te acaricias la tripa a la vez que te tocas tu vulva: por placer o por qué te ayuda a facilitar el orgasmo? ¿Por qué vas tan rápido cuando te estimulas el pene? A veces, realizar estas preguntas pueden ser incómodas, porque muchas parejas no están acostumbradas a preguntar tan directamente, pero es de esta manera como la relación con tu pareja será más íntima y divertida.
Espero que os haya gustado el ejercicio y si lo hacéis más de una vez intentad incorporar los aprendizajes de cada sesión a la siguiente, siempre siendo respetuosos y procurando el bienestar propio y de nuestra pareja.
¡Gracias por leerme!
Blanca de Lamo Guerras
Psicóloga, Sexóloga y Terapeuta de Pareja
El placer es nuestro