Ya se acaba el verano, poquito a poco nos vamos reincorporando a nuestras obligaciones, ya sean laborales o estudiantiles, pero reincorporándonos al fin y al cabo, pero no por ello tenemos que dejar de sentir placer. El comienzo del nuevo curso escolar es, junto a fin de año, una de las épocas en la que las personas se proponen hacer cambios en su vida, buscando nuevas vías laborales, nuevas formas de resolver los problemas, nuevas amistades con las que compartir su tiempo libre y nuevas actividades con las que rellenar ese tiempo.
Por lo tanto, no queríamos dejar de ofreceros en esta primera entrada algunas posturas sexuales con las que potenciar vuestras relaciones, teniendo en cuenta que la principal máxima de la vida para nosotras es la libertad total para crear, entonces deberéis utilizar las posturas que ofrecemos como base para las que vosotras decidáis hacer. Así pues, vamos a pasar a enumerar algunas posturas con las que ampliar vuestro repertorio y, por supuesto, si a vosotras se os ocurren más no dudéis en escribirnos a hola@elplaceresnuestro.org para contárnoslas.
La primera sería la posición de la cuchara, en la que ambos están de lado, la mujer de espaldas al hombre. Esta postura os ayudará a conseguir un mayor contacto con el punto G de una manera tranquila, ya que la posición no permite que se vaya muy rápido, pero favorece una penetración intensa y que la pareja pueda acariciar con sus manos otras partes del cuerpo.
El balanceo tibetano es una postura que se puede observar en antiguos grabados eróticos del Tíbet en la que el hombre se sienta en la postura del loto, y la mujer, en su regazo rodeando la cintura del hombre con sus piernas. Esta postura facilita una penetración muy completa e intensa. En esta postura se intenta compartir la respiración, así pues cuando él exhala, ella inhala, y viceversa, siempre manteniendo el pene en la vagina. En ese ejercicio respiratorio la mujer mece su pelvis hacia delante y hacia atrás, de ahí la palabra balanceo en el nombre. Es una postura que favorece la concentración en la relación y que las sensaciones tanto físicas como psicológicas sean muy intensas.
Otra postura sería la de la sirenita. En esta postura sexual ella se acuesta boca arriba sobre una superficie que quede más o menos a la altura de la pelvis del chico. Se puede poner un cojín o una almohada bajo el trasero, para así estar más cómoda y elevada. Las piernas las tiene que extender hacia arriba, debiéndolas mantener juntas para aumentar la sensación y de ahí el nombre de la postura. Él, de pie, se pone frente a ella y le sujeta los pies para ejercer una penetración más profunda.
Tumbados en la playa. Esta postura es muy relajada y os hará creer que estáis viviendo un día en la playa, hablando tranquilamente y sintiendo la brisa del mar sobre vosotros. En ella el chico se tumba de lado, con el pene erecto y la chica, se pone en la típica postura de tomar el sol, con las rodillas dobladas, dejando que él la penetre lentamente. En esta postura ambos pueden moverse libremente y la penetración puede ser muy intensa.
Esperamos que hayáis disfrutado y que pongáis en práctica alguna de las posturas del artículo ¡Gracias por leernos!
Blanca de Lamo Guerras
Psicóloga, Sexóloga y Terapeuta de Pareja
El placer es nuestro