La semana pasada, en la página que tenemos en Facebook, uno de nuestros amigos nos pidió que habláramos sobre la masturbación cuando se tiene pareja, para saber si es positiva o negativa y si es normal visualizar material erótico para autoestimularnos.
La masturbación es algo natural que forma parte de nuestra sexualidad. Esta forma de estimulación es un puente entre nuestra sexualidad individual y la que se produce en pareja, ya que si somos conscientes de lo que nos gusta y sabemos cuáles son las partes de nuestro cuerpo que reaccionan placenteramente a la estimulación podremos transmitírselo a nuestros compañeros de disfrute. Creemos que masturbarnos cuando tenemos una pareja no es signo de infidelidad o de no querer a la otra persona, sino que es un acto de generosidad, ya que es una técnica para aprender sobre nosotros mismos y tiene beneficios como los que nombramos en el artículo realizado en el mes de Julio http://www.elplaceresnuestro.es/la-masturbacion (¡Esperamos que os guste!). Lo importante de masturbarte teniendo pareja es que no lo consideres un secreto, porque si lo haces a escondidas das a entender que estás haciendo algo poco conveniente. Es necesario que lo hables con tu pareja, que no os escondáis nada y que si en algún momento te sientes mal lo hables con ella, ya que comunicarnos, sobre el tema que sea, ayuda a liberar las emociones y los pensamientos que nos angustian. Es verdad que los hombres suelen ser la parte de la pareja heterosexual que más se masturba fuera de la relación sexual en común, más por aprendizaje que por necesidad. Han aprendido a masturbarse como un hábito, como algo necesario para liberar energía más que para sentir placer, y es una forma más de vivir la sexualidad que nadie tiene por qué juzgar, ya que sólo nosotros somos dueños de nuestra vida sexual aunque la compartamos con otras personas. Por lo tanto, si tú disfrutas haciéndolo y tu pareja no lo ve mal, no hay que crear una disfunción. Únicamente, si crea un sentimiento negativo en ti o en tu pareja deberéis tratar este tema más profundamente y acudir a una profesional de la sexología si lo creéis necesario, ya que ese sentimiento es fruto de un aprendizaje negativo sobre la sexualidad.
Otro tema es la utilización de la pornografía en la autoestimulación. Algunas personas asocian que ver películas o revistas pornográficas mientras nos masturbamos se corresponde directamente con el hecho de que no nos estimula suficientemente lo que tenemos en la vida real e incluso que distorsiona el deseo natural de las personas, siendo, de esta forma, una práctica negativa. Contrariamente, otra gente piensa que es un complemento placentero y divertido tanto en la estimulación individual como en pareja. Desde nuestra visión como sexólogas, la regla básica para que la pornografía sea algo positivo en la autoestimulación es que a ti, mientras y después de utilizarla, no te produzca un sentimiento negativo y que tu pareja sepa de la existencia de la misma en tus sesiones de autoerotismo. Eso sí, desde mi punto de vista personal, la pornografía actual tiene muchas carencias y refleja una visión antinatural de la sexualidad. Primeramente, la mujer, en la mayoría de las películas, no es partícipe de la relación sexual, sino que es un mero objeto sexual, transmitiendo que solo sirve para dar placer al hombre y que si en algún momento siente placer es gracias a él. Además, no refleja el erotismo y el deseo implicado en una relación sexual, ya que el resultado que yo percibo de una película porno básica es que los actores están excitados de la nada, que no necesitan estimularse y que la sexualidad está principalmente basada en la penetración y en alcanzar un orgasmo. Una nueva forma de crear y producir películas eróticas la ofrece Erika Lust, dando una visión más cercana al aspecto más natural de nuestra sexualidad.
En definitiva, la utilización de la pornografía en la masturbación individual no se debe esconder a la pareja y únicamente tiene que ser un complemento en algunos momentos y no lo más importante para conseguir disfrutar de la sexualidad.