El sexo: un juego divertido
Sabemos que no os va a sonar a nuevo que os hablemos de juegos y de la importancia de éstos en las relaciones sexuales, de pareja, de compañerismo. Y de cómo vemos nosotras el sexo, como “un juego divertido, sin metas ni retos”; sólo que en esta ocasión, vamos a ahondar un poco más en el asunto.
Como sexólogas, a veces nos sorprendemos del poco tiempo que dedican las parejas a la comunicación lúdica entre ellas, refiriéndonos con esto al tipo de comunicación que no es obligatoria, sino que es por placer, por el gusto de hablar, de jugar, del placer…
Salir, ir al cine y al teatro, quedar con otras amistades… es algo muy importante tanto en pareja como individualmente, sólo que no debemos olvidar que también es muy importante quedar en pareja individualmente, sin nada más que hacer (suficiente y necesario) que mirarse a los ojos, acariciarse, olerse, besarse… y comunicarse con el objetivo principal del disfrute.
En estos momentos especiales en los que estamos en pareja, algunas veces nos conformaremos con un buen sitio donde sentarnos, quizá algo de música, velas… y en otras ocasiones, a lo mejor queramos aderezarlo con algo de beber, de comer (sin abusar, por lo de la digestión…) y con algún juego, que puede ir desde el juego de la oca hasta alguno mucho más picante comprado para la ocasión o, lo que puede ser muy excitante, convertir un juego tradicional , de los que se juega con toda la familia (póker, mus, dominó…) en un juego que, además de divertido, haga las delicias de todos los sentidos, donde se juegue por el simple placer de hacerlo y donde ganen todas las partes involucradas, sin importar si nos toca pagar un “castigo” o recibirlo, entendiendo en este caso por castigo cosas muy placenteras como: acariciar la espalda desnuda de tu pareja con cualquier cosa menos con las manos, dar de comer a la otra persona mientras que está con los ojos cerrados, confiando totalmente en ti, descubrir nuevas zonas estimulantes en los cuerpos y las mentes….Con todo esto expuesto sobre la mesa, estaréis de acuerdo en que no importa quién gane o quién pierda, quién dé o quién reciba… sino el tener la mente en clave erótica, llevar ropa cómoda (a la par que “placentera”) y no tener intromisiones de ningún tipo (familiares, amistosas, de trabajo…).
Cualquier juego podemos “tunearlo” para acercarnos a la pareja, a nuestras sensaciones y a la mejor parte de la niñez: al jugar por jugar, para divertirse y pasar un buen rato, aunque en esta ocasión, le pondremos el condimento estrella, el erotismo.
Si sientes que tu pareja necesita un empuje, no dudes en ponerte en contacto con El Placer es Nuestro, ya que como sexólogas, podemos ofrecerte diferentes terapias, terapersex y talleres a tu medida y a medida de tu pareja.