Soy mujer y estoy muy ofendida con varios anuncios televisivos en el que nos muestran como meros objetos sexuales, pero el que me ofende esta semana es el que ha dirigido Penélope Cruz para L´Agent provocateur, y todavía me molesta más el hecho de que se censure en algunos canales por tener demasiado contenido erótico, y no por ser tan sexista como es.
No sé si habéis tenido el “gusto” de verlo, pero en él, Miguel Ángel Silvestre, nuestro supuesto galán, acude a una casa llena de mujeres donde algunas desfilan sin ton ni son, otras están a cuatro patas subidas encima de una mesa (la posición más normal en la que se puede estar dentro de una casa), tres mujeres están agarradas a unas anillas en una postura ciertamente incómoda y unas cuantas más hacen las delicias de un grupo de hombres que, por supuesto, están bien cubiertos por unos trajes negros acompañados por sus bien planchadas camisas blancas. La misión de nuestro galán es poder llegar hasta Irina Shayk que realiza para él un baile en lencería, de manera seductora y moviendo su melena ondulada hasta llevar a nuestro pobre Miguel Ángel casi al cielo del placer, pero… ¡Ohhh! Todo es mentira y la realidad es que M. Á. es un currito de la construcción que es despertado por el marido de Penélope Cruz, Javier Bardem, para que se ponga de nuevo a currar y se deje de tantas fantasías.
Si hiciera un análisis publicitario diría que el anuncio es más bien flojo, y que el punto más novedoso lo tiene al final, cuando todas descubrimos que es imaginación del protagonista, pero la realidad es que no quiero analizar las cualidades como directora de nuestra actriz más internacional, ni tampoco es mi intención desmigar las interpretaciones realizadas por cada uno de los personajes.
Mi intención es denunciar el uso que se hace de nosotras en los anuncios de televisión, donde continuamente somos utilizadas para satisfacer las necesidades sexuales de los hombres y aparecemos como objetos para dar placer sin recibirlo nosotros. En algunos anuncios publicitarios somos mesas donde los hombres apoyan sus pies, y en este que estamos analizando simples marionetas con las que M. Á. y sus semejantes se alegran la vista viendo cómo esas mujeres desfilan para ellos. ¿Cómo queremos que se deje de minusvalorar a las mujeres si casi toda la sociedad participamos? Esta empresa de moda interior, y otras tantas que hacen anuncios semejantes, deberían oponerse a este tipo de anuncios que visualmente será muy atractivo porque todas son supuestas chicas perfectas, pero que culturalmente nos llevan a lo peor (los anuncios en los que se nos cosifica, no las mujeres hermosas), ya que invita a desvalorar y explotar a las mujeres de muchas formas, pero sobre todo sexualmente. Desde El placer es nuestro alzamos la voz contra empresas y personas que no apoyan a la mujer, sino que la desprecian y la hacen ser un mero divertimiento para el hombre.
A continuación os dejamos el enlace del vídeo en el diario montañés eldiariomontanes.es/polemico-anuncio-penelope-cruz.html para que vosotras mismas juzguéis lo que os parece.
Blanca de Lamo. El placer es nuestro
Psicóloga y Terapeuta sexual y de pareja