El problema de la mayoría de parejas que vienen a terapia es la falta de comunicación positiva. Con esta entrada queremos daros estrategias comunicativas para facilitar la vida en pareja y conseguir que los problemas que surjan puedan solucionarse más fácilmente, ya que al poseer estas herramientas la comunicación se producirá antes y habrá más posibilidades de arreglar el problema que si se siguiera utilizando la manera en la que os comunicabais en el pasado.
Adivinar el pensamiento de tu pareja
Esta distorsión cognitiva (filtro mental por el que se producen errores en el pensamiento) consiste en adivinar la “verdadera explicación” del comportamiento y pensamiento de nuestra pareja sin que nos lo haya dicho o incluso, habiéndonoslo dicho, pensar que son otras las causas de los mismos. Esta forma de pensar se produce por nuestros pensamientos, miedos y expectativas y muchas veces hace que muchos comportamientos del otro los interpretemos como agresiones a pesar de que no llevan esa intención en absoluto.
Eliminar la comunicación absolutista
¿Cuántas veces os encontráis diciéndole a vuestra pareja que tiene que recoger la ropa, que debe hacer la cena o que es necesario e imprescindible que limpie los cristales? Si os dais cuenta, esta forma de comunicación basada en los “debería”, lleva implícito que sólo existe una opción y que no se puede elegir. Esta forma de comunicación la utilizamos cuando imponemos nuestros valores y normas a los demás, y suelen ser normas que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida.
Tener razón
Este error comunicativo se produce porque en la comunicación en pareja, tu objetivo real no es la comunicación con tu pareja y llegar a una resolución común, sino “tener la razón”, necesitando vencer, dando igual en qué o para qué. Las personas que se comunican de este modo creen que su punto de vista y sus acciones son siempre las correctas y no están interesados en saber lo que necesita u opina su pareja, ya que su objetivo final es decir siempre la última palabra. Este tipo de personas utilizan ejemplos exagerados o ridiculizan a su pareja mostrando que se ha equivocado en una parte de su argumento para demostrar que la otra persona no tiene razón, dándole igual las consecuencias de su actuación.
Viviendo en los extremos
Esta equivocación consiste en hablar de modo exagerado, polarizando las situaciones o pensamientos para extraer conclusiones exageradas de la gente, de los amigos, de la vida y de la relación que estamos tratando: la pareja. Por ejemplo, que una mujer le diga a su marido por no haber conseguido tener una erección completa “no eres buen amante” o porque una mujer no sepa hacer la declaración de hacienda su pareja le diga “eres una inútil que no sabe hacer nada”.
Una visión muy estrecha
Esta dificultad cognitiva consiste en ver lo negativo de tu pareja y sus errores, dejando de tener en cuenta las veces que sí hace cosas positivas. Ejemplos de esta distorsión serían frases como “Todo lo haces mal”, “No me gusta nada de ti” o “Tienes muy mal carácter”. Si os fijáis, con este error nos tiramos piedras a nuestro propio tejado, porque le damos al otro unas características horribles que nos tendrían que hacer dudar de nuestro gusto a la hora de elegir a la persona con la que queremos compartir la vida.
Este era el último error comunicativo que os quería mostrar en esta entrada, pero no me quiero despedir sin pediros que realicéis un ejercicio muy positivo para modificar la forma en la que os relacionáis con la otra persona. Deseo que os busquéis un ejemplo de cada una de las formas negativas de comunicación que hemos visto e intentéis poner la misma de una manera más positiva y beneficiosa para vuestro bienestar y el de vuestra pareja. Por ejemplo, en el caso de la visión estrecha, en vez de decir “Todo lo haces mal” estaría genial que cambiarais esta afirmación por algo así como “La verdad que hacer la cama no es tu punto fuerte, pero eso sí cocinar es algo que sabes hacer de maravilla” o en el caso de la comunicación absolutista, se podría sustituir “Tienes que aprender a satisfacerme sexualmente” por “Me gustaría que nos diéramos de vez en cuando un masaje antes de centrarnos en el coito” o “Quisiera que aprendieras a disfrutar conmigo de otras sensaciones que no fueran las producidas por la penetración”.
Espero que os haya gustado el artículo y si creéis que necesitáis ayuda para resolver vuestros problemas de pareja no dudéis en escribirnos a hola@elplaceresnuestro.org.
Blanca de Lamo Guerras
Psicóloga y Terapeuta de Pareja y Sexual
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