A vueltas con el Punto G
Desde hace mucho tiempo ando a vueltas con el punto G, tanto que ya he animado a una alumna de prácticas de psicología a investigar a fondo sobre él y, a su vez, ella me ha aportado alguna información valiosa, como un vídeo que salió la semana pasada en documentos tv de la 2; el cual acabo de ver y me parece altamente recomendable, lo que ha hecho que me haya decidido a volver a escribir sobre ello , para poder dar mis aportaciones como sexóloga y como mujer.
De hecho, en El Placer es Nuestro, en nuestras reuniones terapersex, hablamos del punto G y de diferentes juguetes y técnicas que nos pueden ayudar a localizarlo y disfrutarlo (elplaceresnuestro.es/vibradores). A su vez, también ofrecemos talleres focalizados en este tema (o punto, más propiamente dicho).
El punto G es una zona que, sin duda, muchas mujeres tienen y lo disfrutan. En el documental, hay una explicación muy plausible de que este punto es en realidad parte del clítoris, y digo plausible porque, aunque sabía que el clítoris es mucho más grande que el capuchón del clítoris, la parte que vemos y que normalmente manipulamos para alcanzar el placer, lo que no sabía es que lo que llamamos el punto G y la manera de presionarlo para llegar al orgasmo, vigorosa, se debe a que es la zona más adecuada para que al presionarla, mueva todo el clítoris en su parte interna, estimulándolo muy efectivamente. En el vídeo se puede ver muy bien el clítoris y cómo al presionar el punto G se
mueve en toda su extensión.
En varios momentos durante el documental, han hablado de diferentes tipos de orgasmo y también del orgasmo producido sólo con la mente, sin que haya contacto, lo que me hace pensar: ¿será entonces ese otro tipo de orgasmo, el orgasmo mental? En otras ocasiones he comentado que las mujeres podemos llegar al placer y al orgasmo de diferentes formas y, no por ello, hay que ponerle apellidos a esos orgasmos, ya que si pretendiéramos hacer esto, tendríamos nombres tan llamativos como: orgasmo podal (del pie), orgasmo orejal, orgasmo mamal (a través del pecho), orgasmo vaginal… y así hasta el infinito, porque una cosa muy buena que tenemos las mujeres es que nuestras zonas erógenas son prácticamente infinitas y van variando con la experiencia y los diferentes momentos de nuestra vida. De hecho, en el documental nos ofrecen la imagen del cerebro y de cómo se activa, durante el orgasmo, la misma zona, ya sea el orgasmo alcanzado a través de la estimulación del punto G o de sólo con la mente, sin haber contacto físico.
También nos muestran a un médico de Beverly Hills que se dedica a implantar botox en el punto G de las mujeres para que éstas puedan disfrutar de él. Esto es lo que miedito me da, que las investigaciones sobre el punto G sirvan para ponernos una obligación (la de encontrarlo y ponerlo en marcha y, de lo contrario, no ser completamente mujeres realizadas) en vez de para darnos más información científica y un mayor repertorio donde elegir el disfrute. Aunque quiero añadir que desde mi punto de vista, la investigación sobre el punto G no se contrapone a la lucha feminista, sino que la apoya cuando afirma la sexualidad de la mujer como algo muy valioso, digno de conocerse y estudiarse.
Y, cómo no, no puedo terminar esta entrada del blog sin hacer alusión a la eyaculación femenina, de la que se ha demostrado en diferentes estudios (entre otros el realizado por Francisco Cabello) que es diferente a la orina y que, entre otras cosas, tiene PSA (antígeno prostático específico) , que hasta ahora sólo se había encontrado en la próstata y que, mujeres incluso que dicen no eyacular, al hacer un estudio de su orina tras tener un orgasmo, se ha detectado la presencia de PSA en ella, por lo que podríamos incluso decir que se trata como de un eyaculación retrógrada, ¿qué os parece? En el líquido eyaculado, detectó en el 100% la presencia de PSA, y en la orina post-orgásmica en el 75%. Sobre este estudio y la eyaculación femenina hice una charla en la Fundación Sexpol, por lo que os la transcribiré en próximas semanas.
Es un tema, sin duda, muy interesante, divertido, placentero y con mucho por descubrir. Por todo ello, os invitamos a que os pongáis en contacto con nosotras para desentrañar sus misterios en un taller o en una reunión terapersex.
¡A disfrutar!